Según las demandas presentadas recientemente en relación con el caso en curso de los airbags Takata explosivos que han causado heridas a varias personas, algunos fabricantes de automóviles populares sabían que los airbags que estaban colocando en sus vehículos eran potencialmente explosivos y, por tanto, peligrosos desde principios de la década de 2000, mucho antes de que las empresas empezaran a retirar sus vehículos hace unos pocos años en un esfuerzo por corregir el problema.
Algunas personas ya han tenido éxito en casos similares contra otros fabricantes de automóviles que ya han resuelto los litigios pendientes contra ellos. Según se informa, fabricantes de automóviles como Toyota, Honda y BMW han pagado millones de dólares en relación con reclamaciones por airbags defectuosos, a pesar de que los propios fabricantes de automóviles ni diseñaron ni fabricaron los airbags.
No obstante, los litigios más recientes han llevado a varios fabricantes a negar las acusaciones de que sus empresas aparentemente ignoraron la seguridad de sus clientes en aras del ahorro de costes. General Motors, en particular, sugirió que algunas de las demandas incluían tergiversaciones en cuanto a varios "hechos materiales".
Si bien es demasiado pronto para predecir el resultado de este litigio, el caso sirve como un recordatorio importante acerca de las opciones que Los Angeles, California, los residentes tienen en caso de que el equipo de seguridad de sus vehículos, como sus bolsas de aire, resultan ser peligrosos.
En concreto, las víctimas pueden reclamar responsabilidad por productos defectuosos o una demanda similar para obtener una indemnización por sus lesiones. Una víctima de Los Ángeles del equipo de seguridad defectuoso del coche puede conseguir la remuneración para las cuentas médicas y los salarios perdidos así como para otras pérdidas que sean difíciles de poner una cantidad exacta del dólar encendido, incluyendo dolor y sufrimiento.
Fuente: U.S. News & World Report, "Las demandas acusan a los fabricantes de airbags defectuosos y retrasos en las llamadas a revisión," Tom Krisher, 14 de marzo de 2018.