Responsabilidad por productos defectuosos

2022-01-04T18:49:10+00:0016 de mayo de 2019|

La mayoría de las veces en este blog, cuando hablamos de lesiones automovilísticas, nos referimos a accidentes de vehículos de motor. En estos casos, el perjudicado puede exigir responsabilidades a los conductores negligentes por los daños causados. A veces, hablamos de formas más complejas de responsabilidad, como cuando hablamos de responsabilizar a las empresas de transporte por carretera por los daños causados por sus conductores en un accidente.

Otro tipo de responsabilidad que surge en algunos accidentes de coche se conoce como responsabilidad del producto. Esta es la teoría legal que permite a las personas responsabilizar a los fabricantes y otras partes después de haber sufrido lesiones debido a un producto defectuoso. producto defectuoso. Los productos defectuosos en estos casos pueden ser juguetes, alimentos, medicamentos con receta, dispositivos médicos y casi cualquier otra cosa que un consumidor pueda comprar y sufrir daños.

En los casos de lesiones automovilísticas, la responsabilidad por productos defectuosos suele entrar en juego cuando un defecto del propio vehículo ha causado o agravado la lesión. Por ejemplo, si una persona resulta herida en un accidente de coche porque el airbag del vehículo explotó inesperada e innecesariamente, haciendo que el conductor perdiera el control del vehículo, el fabricante del coche y/o el fabricante del airbag pueden ser considerados responsables de los daños. Otras partes, como el vendedor del vehículo, también podrían ser consideradas responsables.

En la mayoría de daños personales la parte perjudicada debe demostrar que la otra parte causó la lesión por negligencia y que, por tanto, debe ser considerada responsable de los daños resultantes. Sin embargo, en los casos de responsabilidad por productos defectuosos, el fabricante o vendedor del vehículo puede ser considerado responsable objetivamente. Esto significa que el tribunal presume que los demandados deben ser considerados responsables de los daños causados por un defecto en el coche, siempre que el conductor estuviera utilizando el coche como estaba destinado a ser utilizado, y siempre que el coche no hubiera sido alterado sustancialmente de la forma en que estaba cuando se vendió.

La responsabilidad del producto puede ser un área muy complicada de la ley, y estos casos a menudo toman mucho tiempo para resolverse. Sin embargo, estos casos pueden ser formas importantes de animar a la industria del automóvil a fabricar y vender vehículos más seguros, y pueden ser cruciales para ayudar a los heridos y sus familias en los meses y años posteriores a un accidente.

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