Cuando una persona sufre lesiones en un accidente de coche y presenta una demanda contra otra parte, el caso suele entrar en el ámbito de la ley de negligencia. A veces, sin embargo, el caso puede implicar una conducta imprudente. ¿Cuál es la diferencia entre negligencia e imprudencia?
Probar que otro conductor negligente implica un proceso de varios pasos. En primer lugar, el demandante debe demostrar que el otro conductor tenía la obligación de cuidar de la persona lesionada. Este es un paso relativamente sencillo porque las personas tienen la obligación de tomar precauciones razonables para no perjudicar a otras personas en la carretera. A continuación, la persona lesionada tiene que demostrar que la otra parte violó de alguna manera la responsabilidad de seguridad que le debía al demandante. Los demandantes suelen utilizar pruebas de que el conductor no respetó las leyes de circulación o los dispositivos de control del tráfico para demostrar este segundo paso de la negligencia.
Según la legislación de California, los dos últimos pasos de la negligencia son que el demandante debe demostrar que las acciones de la otra parte fueron la causa del accidente, y que el accidente provocó lesiones al demandante.
La imprudencia es como la negligencia, pero implica probar un par de componentes adicionales. Para demostrar que el conductor actuó imprudentemente, el demandante necesita probar que las acciones del conductor implicaban una alta probabilidad de daño, y que el conductor desatendió conscientemente esos riesgos de causar daño a otros. Bajo la ley de California, un conductor que actuó imprudentemente puede ser responsable de daños punitivos, que están diseñados para castigar al actor imprudente y puede permitir a la parte lesionada a recuperar una indemnización mayor de lo que lo harían en virtud de la ley de negligencia.
Cada vez que una persona en el área del Condado de Orange se ve involucrada en un grave accidente automovilísticoEsa persona o su familia deben llevar a cabo una investigación completa del accidente. Las pruebas disponibles pueden ayudar a la persona lesionada a obtener una indemnización por gastos médicos y otros costes; y si las pruebas demuestran que el otro conductor fue imprudente, también pueden reclamarse daños punitivos.
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