Si una persona resulta gravemente herida o muere en un colisión de vehículos de motor con un conductor ebrio, puede parecer claro que la culpa es del conductor ebrio. Pero, ¿qué ocurre si, además del conductor, otra parte puede ser también responsable? Ésta puede ser una cuestión especialmente importante cuando los límites de la póliza de seguro del conductor ebrio son insuficientes para compensar equitativamente a la parte perjudicada.

Un caso reciente del Tribunal de Apelación de California, Purton contra Marriott International, ofrece un ejemplo de cómo puede considerarse responsable al empresario.

Beber en la fiesta

En este caso, un empleado de un hotel asistió a la fiesta anual de vacaciones de la empresa, celebrada como "agradecimiento" a sus empleados y directivos. Los directivos del hotel que organizaban la fiesta decidieron que cada asistente recibiría dos tickets de bebida, y el hotel serviría únicamente cerveza y vino.

El día de la fiesta, el empleado no trabajaba y acudió al evento en coche. Antes de la fiesta, consumió una cerveza y un chupito de whisky en casa, pero también llevó una petaca que contenía aproximadamente cinco onzas de licor adicional. En un momento de la fiesta, uno de los gerentes del hotel hizo traer una botella de whisky al bar, y el empleado llenó su petaca al menos una vez. Más tarde, el empleado regresó a casa, aunque hubo desacuerdo sobre si le llevaron o condujo él mismo.

Unos 20 minutos después de regresar a casa, el empleado decidió llevar a casa a un compañero de trabajo que también se había intoxicado en la fiesta. Mientras conducía a más de 160 kilómetros por hora, el empleado chocó contra un vehículo conducido por la víctima, causándole la muerte. Tras el accidente, el empleado tenía una tasa de alcoholemia de 0,16.

¿También fue culpable el empresario?

Aunque es evidente que la culpa fue del empleado, el hotel alegó que no debía ser considerado también responsable del accidente, ya que éste no se produjo en el "ámbito de trabajo" del empleado. En virtud de una doctrina jurídica denominada "respondeat superior", por lo general un empresario sólo es responsable de las lesiones cometidas por un empleado dentro del ámbito de su empleo. El hotel alegó que cuando el empleado salió de su casa la segunda vez, lo hacía por un motivo no relacionado con el trabajo, lo que significa que el hotel no habría sido responsable de las lesiones de la víctima.

Al revisar la decisión del tribunal inferior, el Tribunal de Apelación observó que la compra de alcohol por parte del hotel para sus fiestas recurrentes en las instalaciones del hotel demostraba que consideraba las reuniones como actividades de empresa que beneficiaban a la compañía al fomentar la camaradería empresarial. La responsabilidad podría aplicarse cuando el empleado, debido a la actividad, se convirtiera en un peligro para los demás, incluso cuando el peligro pudiera haberse manifestado en momentos y lugares alejados del lugar de trabajo ordinario, como inmediatamente después de regresar a casa.

Así pues, el tribunal sostuvo que el hotel podía ser declarado responsable de las lesiones causadas por su empleado, siempre que la causa próxima de la lesión -es decir, tanto la causa real como la legal, que en este caso fue el consumo de alcohol- se produjera en el ámbito laboral.

Todas las partes responsables deben pagar

Tras un accidente de tráfico, puede parecer evidente que el conductor ebrio al volante es el culpable de la colisión. Sin embargo, es importante recordar que otras partes, como el empleador del conductor, también pueden ser culpables, incluso si no están detrás del volante o en la escena del accidente.

Si usted es lesionado por un conductor intoxicado, imprudente, exceso de velocidad o distraído, busque el consejo de un abogado con experiencia en accidentes de vehículos de motor para asegurar que todas las partes responsables tengan que responder por sus daños.